One Battle After Another
Película: One Battle After Another. Dirigida por: Paul Thomas Anderson. Protagonizada por: Leonardo DiCaprio y Sean Penn. Duración: 2hrs. 41min. Thriller. Crimen. ¿Donde la veo?: Apple TV
Me tardé en verla por dos razones principales: la primera, su duración. Con casi 3 horas, esta película se coloca en la nueva moda del cine contemporáneo que, por alguna razón que no logro comprender, y en contra de toda la lógica de mercadotecnia dirigida a las nuevas generaciones que no aguantan media hora sentados en una sala poniendo atención, se alarga el doble de tiempo de una cinta convencional. Antes, cruzar la barrera de las dos horas y media de duración se limitaba para cintas épicas que, desde su concepción, estaban diseñadas para buscar nominaciones a los premios importantes. Ejemplos: Gone with the Wind, English Patient, Braveheart, etc... Ahora, cualquier hijo de vecino pretende entrar en esa exclusiva lista. Es claro que, casi en su mayoría, estas pretenciones de los directores fracasan en el intento.
La segunda razón por haberla ignorado en su estreno es el tema. Lo que había leído de las críticas era que esta historia centraba su premisa en una fuerte crítica al gobierno actual, especialmente en las políticas de migración. Harto de la división política, decidí no “perder mi tiempo” en ideas izquierdistas. Pero déjeme le digo que, no pude haber estado más equivocado en mi análisis previo, y me arrepiento de haber juzgado una película por su “portada”.
Primero, porque con 2 horas y 41 minutos, esta historia justifica cada segundo. Con un guion perfecto que no deja de avanzar hacia adelante, y que nos sumerge en el mundo de la resistencia y sus consecuencias a través de personajes fascinantes, bien construidos, y con mucha magia.
Segundo, porque, aunque sí toca el tema de la migración, lo hace de una manera inteligente y para nada se acerca a lo pretencioso y adoctrinador como la izquierda demócrata nos tiene acostumbrados. Aquí no sobra nada, y nada está de más. Y no, no centra su esencia en las víctimas del gobierno, sino en esos luchadores sociales que luchan contra sus propios demonios. Y ahí está lo maravilloso.
Visualmente, esta película es impecable, con una fotografía perfecta que nos conecta con el entorno y nos hace vivir la historia. Claro, era de esperarse de Paul Thomas Anderson. Y las actuaciones son algo extraordinario. Sobre todo Leonardo DiCaprio y Sean Penn. Wow. Clase magistral de todos los involucrados.
Al final, las casi tres horas se pasan en un abrir y cerrar de ojos y, una vez que todo está dicho, nos quedamos con una historia y personajes que difícilmente vamos a olvidar.
Si yo fuera apostador, metería un doble contra sencillo a que One Battle After Another se lleva la mayoría de los premios de la siguiente entrega de los Oscar.



Anotada en la lista! Me encantó la reseña... 🫶🏻